Crear atmósferas placenteras, sosegadas, suaves, cálidas y serenas es más sencillo gracias a la decoración en tonos tierra. Una paleta cromática muy extensa que va desde el beis más claro al marrón más oscuro, incluyendo también tonalidades más arenosas, rojizas o incluso ocres y anaranjadas. Eso sí, todos son colores con arraigo y vinculación a la naturaleza, capaces de provocar una gran sensación de bienestar y relax, pero, sobre todo, de hogar.
La decoración en tonos tierra presenta múltiples ventajas, entre ellas que la gama cromática de la que se compone combina con todo y también combina perfectamente entre sí. Por lo tanto, obtenemos el lienzo en blanco perfecto, con el que podemos expresar cualquier estilo decorativo y con el que crear un espacio calmado y acogedor que no pasa de moda.